CADA CUAL SE CUENTA SU PROPIO CUENTO



 Cierta vez un hombre que en su juventud se rebeló ante la injusta sociedad y mantuvo su postura ya mayor vistiendo poleras estampadas de sus grupos musicales favoritos. Hombre consecuente se decía, no hay edad para el rock...Este hombre, este dia en cuestion, miraba la tv cuando de pronto  sobresaltado comenzó a lanzar improperios al aire, improperios que por lo demás sólo él y su gato podían oír pues vivía solo. Su viejo gato acostumbrado a los arranques furibundos de aquel, salió sigilosamente por la ventana entreabierta, mientras el cuarentón rebelde y rockero como se describía a sí mismo, seguía vociferando. Estaba realmente furioso, no podía creer lo que decían las noticias ¿será posible tanta sinvergûenzura? Repetia entre gruñidos. Como no tenia con quien hablar, su ira debío esperar hasta el dia siguiente en su trabajo. Le gustaba mantenerse informado y comentar las noticias. Así pasó la noche y llegó la mañana, mientras se vestía encendió la TV. Como  de costumbre en el noticiario repetian las noticias del dia anterior lo que reactivó  su rabia. Volvió a gruñir, se sintió frustrado, enojado, mas bien furioso... 
Una hora y media después llegó a su trabajo, la locomoción era muy mala donde el vivía, el dia anterior habia subido el pasaje , pero el ni lo notó, esto de pasar una tarjetita hace que uno no se preocupe tanto de esas cosas decía. Al llegar al trabajo se encontró con la cotidianeidad de la oficina, saludo a todos, dijo un par de piropos a algunas compañeras de trabajo quienes no mostraron ningún interés por su "galantería". Pasó la mañana, cada cual en su quehacer hasta que al fin llegó la hora de almuerzo, esa era su hora favorita , era el momento en que en la sobremesa con algún compañero, hablaba de temas de actualidad.
Este dia, sentado en el casino, espero la llegada de alguien a su mesa. La mujer que preguntó si podía ocupar el lugar era más o menos de su misma edad, en su aspecto no había nada que llamase la atención. De pronto él sin aguantar mas, rompió el silencio
-Que mal que esta este país.
Ella lo miró y asintió.
Él le preguntó ¿vio las noticias ayer?
Ella volvió a asentir, el continúo- Son los sinvergüenzas los que nos tienen el país echo mierda.
Ella al fin respondió -Sí,qué cosa más tremenda, hasta donde hemos llegado , ya no respetan nada...
A lo que el fundamento - Uff y cuanta plata ganan a costa de todos nosotros.
 Ella movía la cabeza con cierto aire de decepción.
Entonces el hombre soltó toda su ira - ¿le parece justo a usted que esos sinvergüenzas del registro civil se vayan a paro de nuevo con todo lo que ganan? - ¡Son unos sinverguenzas ! Ah, y uno que trabaja por la mitad que ellos ni se queja. ¡Que caradura que son, hacen mal su pega y quieren mejor sueldo, yo los despediría a todos!!
Entonces la mujer lo miró con sorpresa - Perdón , creo que no estamos hablando de lo mismo, yo pensaba que usted me hablaba de la colusión del papel higiénico y la cantidad de plata que han ganado esos empresarios corruptos e inescrupulosos. De hecho ,al ver aumentar su rabia llegué a pensar en que había visto cómo las farmacias han lucrado con nuestra salud todos estos años coludidas para cobrar precios exorbitantes
El hombre respondió diciendo- Pero que te extraña , si eso ha pasado siempre...¿ que va hacer uno? 
Ella movió la cabeza esta vez no asintiendo, luego  preguntó al cuarentón rockero rebelde ¿A ti te parece mal que un trabajador luche por mejores sueldos? y no reaccionas ante el empresario que lucra , con nuestras pensiones, con nuestra salud y hasta con el papel higiénico. Que mal que estas, que lavada que tienes la cabeza, no entiendo tu postura ¿Entonces bajo tu logica, si tu ganas poco los demás también debemos ganar poco?¿lo justo para ti es emparejar para abajo los sueldos de los trabajadores?  Además y perdona que te diga, pero el argumento de que la corrupción, la colusión, el abuso "está bien porque siempre ha sido así" es algo que nos han metido en la cabeza por años. Piensa ¿a quién le conviene tu discurso?
El hombre que ya estaba rojo de furia y  sin disimular respondió con un gruñido llamando a la mujer resentida, ignorante y finalmente creyendo insultarla, usando un tono despectivo la llamó comunista. Ella no respondió , solo lo miro pensativa, sin rabia, pero con algo de decepción. Luego vino un silencio incómodo, el hombre mantuvo durante todo lo que duró el almuerzo su actitud de ofendido.
Al terminar de comer se puso de pie sin despedirse de su ocasional compañera de almuerzo, ella lo siguió con la mirada hasta que él salió del salón... Mientras él se alejaba ella pensaba -Que bien han manipulado los poderosos...Han trabajado tan magistralmente las mentes de la gente, increiblemente lo injusto lo ven normal y lo justo lo como amenaza...


Cuentos pendientes actuales.

Cualquier parecido con la realidad es pura y triste realidad
Aidana y sus letras Revueltas

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