Entradas

Mostrando las entradas de enero 28, 2015

QUE BUENO QUE TE ENCONTRÉ.

Imagen
-¡S ergio!! - ¡Hey  Sergio, espera! Escucho que lo llamaron cuando esperaba la micro. Miro en la dirección de la voz  que lo llamaba. Era Carmen, una muy buena  y querida amiga de la infancia con la que en los últimos años había perdido contacto pese a vivir muy cerca.  Ella  sonriendo se acercó abriendo los brazos diciendo: -- ¡¡Que hermosa casualidad!! --  ¡¡Qué bueno que te encontré Sergio!! --Muchas gracias --  le respondió  con verdadera gratitud, aunque algo perturbado. Y continúo hablando un poco acelerado: - En verdad no sabía que me había perdido.  Soy tan distraído que a veces me pasa. Una vez estaba en mi casa sentado en el living viendo  tele, cuando de pronto alguien golpeo la reja del jardín, Salí a atender y había un señor que vendía planes telefónicos. A l verme sonrió cordialmente, aunque ahora que lo pienso su sonrisa era algo forzada. Me acerque y él dijo:  -  Señor que bueno que lo encuentro.   Yo, totalmente sorprendido  me alegre mucho  de que hubi

¿QUE TE PASA?

Imagen
               I ntentaba decir lo que le ocurría, no encontraba las palabras justas que pudieran describir esa horrible sensación. Cerro los ojos intentando buscar una manera de hacer que le entendieran, algo que pudiese responder a la pregunta que más escuchaba ¿Qué te pasa? No sabía que decir ante tal interrogante. Solo podía sentirlo. Fue a su computador y busco en google anotando en el buscador sus síntomas.  Fue en vano, decepcionado  no encontró la respuesta que buscaba, nada de lo descrito respondía a su pregunta. Fue a la iglesia, encontró a un cura, este le dijo que era su conciencia por no haberse confesado, se confesó y nada cambio, rezo y nada cambio.  Fue a ver a un médico quien le dijo que estaba estresado, le dieron reposo y medicamentos, pero él seguía igual,  solo algo mareado y adormecido, en lo medular  nada  había cambiado.  Fue derivado a un especialista, un siquiatra connotado, quien le dio más medicamentos, lo envió a terapia  psicológica,  recordó   con 

EL AGRADECIDO

Imagen
  P ara Luis nunca fue fácil el camino. Ser pobre es un problema que te entregan como suyo y él llegó al mundo con el problema a cuestas. Nació y creció pobre. Paso su infancia llena de recordatorios de gratitud en casa de quien no eligió parirlo, solo lo recogió, con la misericordia de quien salva a un cachorro de ser lanzado al río. Él sin haberlo pedido vendría a ser el sexto de los hijos de una familia sin padres.  La mujer que lo trajo al mundo era joven entonces, aún no llegaba a los treinta años. Los otros, sus hermanos, nacidos antes que él, eran cuidados por Rosa, una señora de más de setenta años, sola y con casa propia. Una rancha destartalada, con varias piezas, heredada de sus padres a los que cuido hasta que partieron de esté mundo quedando sola, ella y su casa. Por sus avanzados años los vecinos la llamaban abuela Rosa.  La madre de Luis llegó una noche a la Rancha de Rosa por el dato del arriendo de una pieza. Rosa no le arrendaba a gente con niños, pero cua

NO SOY YO, ERES TU.

H e descubierto que no soy yo, eres tú y eso de decirlo al revés era solo para hacerte sentir bien. También entendí que no me haces feliz, pero no es tu culpa, sólo es que no es lo tuyo. Eso de andar contento por la vida le queda mal a alguien como tú. Está bien, eres así.  Por mucho tiempo creí que juntos seríamos imparables pero mi miopía me impidió ver tus cadenas. Cuando al fin las vi descubrí con asombro que las usabas todos los días, eran parte de tu atuendo. Nunca entendí cómo te las ponías tú mismo, nunca te vi hacerlo. Después fui cayendo en cuenta de que me tropezaba en ellas, me costaba avanzar. Eso me dolía, pero decidí que te haría cambiar y te quitaría las cadenas. Tercamente me esforcé por qué fueses distinto; libre,  alegre y juguetón. Tú en cambio, te esforzaste aún más por ser terco y gruñón. Me asustaste un par de veces lanzándote sobre mí, como si solo pensaras en devorarme…  No negaré que me decepcionó no lograr mi objetivo, aunque debes reconocer que no

VER Y VERSE

Imagen
M uchas veces estuvieron en el mismo lugar, casi siempre coincidieron en el patio de la escuela a la que asistieron de pequeños. Luego crecieron, salieron al mundo, haciendo caminos distintos lo mejor que pudieron o creyeron poder . Ambos acertaron y se equivocaron. Es normal nadie acierta a la primera, menos en el complicado arte de vivir. Cargaba cada uno con sus errores, dolores, amores, alegres torpezas e inteligentes complicaciones. Cada cual vivía con alguna porción de lo que creían era felicidad. Todo esto se cayó, se derrumbó el mundo conocido. Se vino abajo con estruendosa confusión al principio transformándose en certezas después. Tomó formas, aromas y colores nuevos. Eso fue el día en que nuevamente coincidieron en el mismo lugar Igual que en sus primeros años, pero está vez y como nunca antes, se vieron. Por extraño que parezca, el tremendo paréntesis en que no supo el uno del otro había sido crucial para preparar el corazón y madurar la vista, ese tiempo no fue perd

ADRIANA

Imagen
A driana escuchaba tras la puerta, mas bien intentaba escuchar. Siempre lo hacía , no le veía nada malo. A sus diez años entendía el mundo de manera bien especial. Como suelen ser los niños era muy literal, eso le traía consecuencias, hasta pesadillas a veces. Una vez escucho a su madre y a su tía que hablaban de una vecina que estaba esperando guagua, decían que eso le había pasado por acostarse con el lucho, su pololo. Desde aquel día la Adriana no quiso dormir más con su he rmano chico, no fuera cosa que por estar acostados en la misma cama ella resultara embarazada. Otra vez escucho que su padre enojado lanzo al aire -- si los huevones volaran pasaría nublado-- Eso la aterro, como siempre escucho que mucha gente era huevona... Se imaginó el cielo oscuro, ella le temía a la oscuridad, se asustó de verdad. Así parando la oreja sigilosa en su actuar, pasaba desapercibida por los adultos. siempre se enteró de cosas que interpretaba a su antojo y fantasía. Le gustaba sentir que sabí

FUNCIONARIO FUNCIONAL

Imagen
  A l llegar a la fila que debía hacer cada mañana para tomar el micro, fijo la vista en la punta de sus zapatos asegurándose de que estuviesen perfectos, desde la escuela no soportaba llevar los zapatos sucios o mal lustrados, habría sido capaz de golpear a quien que se los ensuciara.  Esta era una de las muchas manías heredadas de su padre. Sus zapatos estaban relucientes, eso le dio cierta seguridad. Con impaciencia miro la hora en su viejo reloj, viejo y sin correas; lo usaba en el bolsillo. Para el este objeto no significaba nada en especial, lo utilizaba como parte de su estrategia de no sacar su celular en la calle, temía mucho a la delincuencia.  Se hacía tarde, la micro no aparecía, esta situación cotidiana comenzaba a perturbar su día. Durante los minutos de espera una anciana de esas que les gusta hablar al aire, mirándole de reojo dijo: - Que calor que hace- Esperaba la pobre que alguien le respondiera para iniciar lo que el intuía sería una larga y tediosa conversación.

EL GRAN DIA

Imagen
     H oy va a ser un gran día -Se repetía desde temprano, desde que sonó el despertador. Necesitaba darse ánimo y coraje para la jornada que probablemente sería muy ajetreada. Como es habitual en ella, se levantó temprano, se metió a la ducha y en menos de cinco minutos ya estaba lista para salir. Esa siempre fue una cualidad masculina le decía su hermana quien podía demorar más de una hora en arreglarse. Ella no, siempre fue sencilla, poco maquillaje, casi nada en verdad y su pelo desde la adolescencia le pareció que había ganado la pelea, así es que no perdía el tiempo en intentar  dominarle . Un palillo sostenía el improvisado intento de llevarlo tomado.  -Hoy va a ser un gran día-. Volvió a repetir. Al llegar al paradero realizó su chequeo mental, ese de recorrer cada detalle asegurándose de no haber dejado ninguna llave abierta, todas las puertas bien cerradas, la plancha desenchufada y el gas cortado, por si acaso... Lanzó un suspiro aliviado y satisfecho, todo estaba bi

EL HOMBRE QUE LLEGO TARDE

Imagen
S eñor por favor, yo sé que él está aquí, está en la lista. Necesito verlo. Él no ha hecho nada malo. El solo había venido a verme desde el campo. Necesito verlo. Es urgente. No puedo esperar hasta el lunes!!  Aunque hablaba fuerte apenas se oían sus palabras entre muchas otras voces que pedían información. Luego se acercó aún más a un militar, bajando la voz, casi susurrando -Tú no entiendes. Te lo pido por lo que más quieras, déjame pasar... Por favor... Su voz  quebrada y al borde del llanto intentaba controlarse. Sabía que cualquier paso en falso podía ser peligroso...Había visto con espanto lo que eran capaces de hacer. Sus ruegos fueron en vano, frente a él no parecía haber un ser humano. Ese gordo uniformado con mirada prepotente y su fusil presto a disparar. Demasiado acostumbrado a acatar órdenes sin sazonarlas, no haría excepciones, en sus años de formación le habían enseñado a no ceder ante sentimentalismos. Ahora con mayor razón, se sentía poderoso, ahora estab

TEMORES

Imagen
          ¿C uánto me quieres? le preguntó Juan a su novia Gabriela, ella rápidamente respondió  - Te quiero tanto como las flores al agua. -Yo te adoro- Dijo Juan. Luego ella se disculpó porque debía irse, le dolía mucho la cabeza y como señorita decente no podía pasar la noche con él antes del matrimonio. - Me voy, no me siento bien dijo excusandose - ya no aguanto el dolor, es como si me taladrarán la cabeza.- Se despidió con un beso y la vio alejarse de la pequeña cafetería donde se juntaban en las tardes después del trabajo.  Pidió otro café y la cuenta. No tenía apuro en llegar a su casa, llevaba poco tiempo viviendo solo y aún no lograba acostumbrarse a su libre soledad. Se tomó el café y salió del local, quedaba cerca del edificio donde vivía. Camino deliberadamente despacio intentando demorar al máximo cada paso, la idea de llegar a su departamento vacío no le era para nada atractiva, no sabía porque, pero lo angustiaba. Miro la hora, pensó en ir a visitar a su madre. De i