¿QUE TE PASA?
Intentaba decir lo que le ocurría, no encontraba las
palabras justas que pudieran describir esa horrible sensación. Cerro los ojos
intentando buscar una manera de hacer que le entendieran, algo que pudiese
responder a la pregunta que más escuchaba ¿Qué te pasa? No sabía que decir ante tal interrogante. Solo podía sentirlo. Fue a su computador y busco en google
anotando en el buscador sus síntomas. Fue en vano, decepcionado no encontró la respuesta que buscaba, nada de
lo descrito respondía a su pregunta. Fue a la iglesia, encontró a un cura, este
le dijo que era su conciencia por no haberse confesado, se confesó y nada
cambio, rezo y nada cambio.
Fue a ver a un médico quien le dijo que estaba estresado, le dieron reposo y medicamentos, pero él seguía igual, solo algo mareado y adormecido, en lo medular nada había cambiado.
Fue a ver a un médico quien le dijo que estaba estresado, le dieron reposo y medicamentos, pero él seguía igual, solo algo mareado y adormecido, en lo medular nada había cambiado.
Fue derivado a un
especialista, un siquiatra connotado, quien le dio más medicamentos, lo envió a
terapia psicológica, recordó con alegría a un perro que tuvo en su niñez y nada mas.
Inútilmente busco en cada diccionario y enciclopedia que cayó en sus
manos. No hallaba la respuesta a esa pregunta que le campaneaba en la cabeza ¿Qué
te pasa?...
Decidió intentar cosas nuevas, busco ayuda en la
acupuntura, las flores de Bach, terapias de imanes, hasta visito a un chaman que alguien le sugirió. Su cuerpo estaba relajado, pero la respuesta no aparecía.
Un día se encontró con un amigo en la calle, este le
saludo afectuoso, el de mala gana. Cuando su amigo se disponía a hacer la molesta
pregunta, antes incluso de que la formulara, respondió molesto y alterado.
-¡NADA!
- ¡NO ME PASA NADA!
- ¡NO ME PASA NADA!
Aidana Zuñiga- Absurdo
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