ROCIO, PUNTO DE PARTIDA Y DESPEDIDA




El ambiente frió de las paredes pintadas de blanco, la palidez del rostro del hombre que le hablaba con tono monótono, la persiana a medio abrir dejaba entre ver el cielo gris, todo en ese lugar, en ese momento le parecía una triste composición, una puesta en escena preparada con anticipación ,para  ese momento en el que recibía la noticia que su cerebro no terminaba de procesar. Su entendimiento se paralizó al oír  el diagnóstico, cáncer. Tienes cáncer y está en estadio cuatro.
El hombre de bata blanca ,el portador de la mala nueva, le explicaba posibles tratamientos paliativos, avances que existían para llevar de la mejor forma posible la enfermedad en esta etapa, ella solo oía el zumbido de sus palabras.Se sentía mareada, con el estomago revuelto. no era capaz de reaccionar, no podía llorar, gritar, enojarse, golpear la mesa...
Luego el medico dejo de hablar y la observó - Rocio ¿quieres agua? es normal que estés así, muchos pacientes quedan descolocados cuando les tenemos que informar este tipo de diagnóstico...Ella lo siguió con la mirada mientras el otro fue en busca de un vaso con agua, lo siguió pero se volvió a perder...Cáncer, uf! qué poco original he resultado, que predecible, pensó, En su familia todos los muertos fueron de cáncer, nadie se fue por un accidente, una gripe mal cuidada, un virus desconocido. Es increíble cómo operan los pensamientos, no le temió a la muerte en ese instante, solo a la falta de originalidad. O tal vez ese era un extraño mecanismo de defensa.
El médico volvió sacándola de sus pensamientos. Estirando su brazo ,ofreciendo el vaso con agua le preguntó si necesita llamar a alguien para que la fuera a buscar a la consulta. Rocio reaccionó, saliendo del estado de trance en el que se hallaba
- No,gracias, no es necesario, estaré bien- respondió.
Salió del edificio sin pasar por la recepción donde le darían las instrucciones para los siguientes procedimientos médicos.
Justificó para sí misma su apuro, debía volver al trabajo, su jefe la había autorizado  para ausentarse un par de horas. Eligió caminar, su mente divagaba, sentía que se debía una explicación, una buena y convincente explicación. Años atrás en un examen de rutina había sido detectado un nódulo en su mama derecha, la orden médica era realizar seguimientos anuales para descartar la posibilidad de algún peligro. Al principio y empujada por el lógico temor que esto le causó se tomó los exámenes indicados por el médico, luego fue encontrando excusas para dejar de preocuparse, los hijos, la casa, el trabajo , el marido, los demás, hasta el veterinario para su gata...Siempre hubo algo más importante de que ocuparse, siempre algo más que ella misma.
La sensación de vértigo no le permitía apurar el paso, se hacía tarde y muy pronto su jefe se lo recordó con un mensaje que hizo sonar su celular -"Rocio , quedamos en que solo serian un par de horas y aun no vuelves, por favor apúrate.
Ella leyó el mensaje y apago su celular, cualquier otro día, su sentido de responsabilidad la habría hecho correr como una loca para llegar al trabajo,hubiese estado histérica por fallar, pero este día no, por supuesto que no.
Avanzó unos metros más y se sentó en una banca. Sus pensamientos no lograban ordenarse, se sintió culpable, se cuestionó  ¿que hubiera pasado si ...? si hubiese obedecido al médico en las instrucciones de hacerse los exámenes  de seguimiento de ese pequeño nódulo, que hubiese pasado si en lugar de encontrar excusas... ¿qué hubiera pasado?
Intento llorar, no pudo, no le salían lágrimas, sentía que necesitaba sacar de alguna forma ese vendaval emocional que la paralizaba. Intento buscar una forma de verlo, de entenderlo para no agobiarse, a fin de cuentas  todas, todos vamos a morir, la diferencia es que yo más o menos sabré cuando...Esa fría lógica no logró afirmarse ni un minuto. ¡¡Por la cresta me voy a morir!! ¡¡me voy a morir!!Yo no quiero morirme, no quiero, que va a pasar con  mis hijos, mi marido... Tengo miedo...
En ese momento sus ojos soltaron las lágrimas reprimidas, lloro con dolor, con esa especie de hipo que da cuando se llora sin censura, lloro un buen rato. Estaba allí , en esa banca desteñida, en esa vereda por donde pasaba gente que no veía y por quienes parecía no ser vista. La burbuja solitaria en la que se hallaba suspendida la alejaba del mundo, allí estaba solo ella y su pena, su miedo, su solitaria tristeza.
Luego intentando calmarse quiso rezar, pedirle al cielo que su ahora cambiara de pronto, que ese día fuese borrado de su vida, que el tiempo volviese atrás para cuidar un poco más de ella. Pronto se dio cuenta de los absurdo de sus peticiones al cielo. Sabía que la vida no funcionaba así.Ninguna deidad salvo de la muerte a su madre, tan creyente que era ella...suspiro.
Cuando se sintió más fuerte, emprendió el camino a su casa, al llegar a la parada del bus vio su imagen reflejada en  una vitrina, se vio hermosa, se vio joven aun. No recordaba haberse visto a sí misma tan linda, pese a los ojos hinchados por el llanto, pese a los kilos de más, pese a los casi cincuenta años, se miró  y logró verse. Fue en ese momento en el que decidió cómo quería vivir el resto de su vida... Para Rocio  ese intenso día inolvidable fue un punto de partida y despedida.


Aidana Letras (R)evueltas
Des Amor

Pintura tomada de la web
"la pensadora"
autor : Marilo
España






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