LA NO QUERIDA

            

     -¡Estúpida no haces nada bien, no se te puede pedir nada!!! ¡¡¡eres una imbécil!!! Gritaba furiosa la madre a su hija de 10 años quien al guardar la loza soltó un plato y éste se estrelló en el suelo. La niña asustada continúo con la tarea encomendada rogando porque éste incidente no se alargarse más. Para su desgracia el plato al parecer era un objeto demasiado valioso para la madre quien descontrolada la tomo del pelo y la mechoneo diciendo: 
- Para que te fui a parir ¡¡¡desgraciada!!! 
La niña lloro pidiendo perdón por su " grave error". Pasaron las horas y la madre la busco para abrazarla y decirle - viste lo que me haces hacer, eso te pasa por portarte tan mal... Fue creciendo y creyendo que esa era la forma en que las madres criaban a sus hijos. Eso hasta que se hizo madre. Desde ese momento sufrió un dolor horrible, desgarrador, desconocido. 
Le dolía el amor, le dolía lo que sintió al ver por primera vez a su propia hija y darse cuenta de que daría la vida por su retoño, que sería capaz de todo si alguien se atreviera a lastimar a su pequeña...

Lloró, se retorció en su dolor de no entender porque no fue capaz de inspirar ese amor en su propia madre. Pobre tonta aunque pasaron los años seguía creyendo tal como con el plato quebrado que seguramente había sido ella quien se había equivocado al nacer.

(Aidana - Dolores)