HOY TE VOY A CONTAR UN CUENTO

                           
 Era se una vez un hombre con buenos sentimientos, siempre iba por la vida hablando a quien quisiera escucharlo de ser positivo, de ver el vaso medio lleno , nunca jamas medio vació. Trabajaba mucho para poder darle a su familia un buen pasar. Este hombre bueno y positivo evitaba las controversias, siempre le hizo el quite a cualquier conversación que pudiera significar defender una postura. Eso para el significaba discutir, simplemente no lo hacia.



Como hombre normal decía él , le gustaba el fútbol, los asados y llevar a sus hijos al mall a pasear los fines de semana.
Desde que se hizo adulto asumió esta postura feliz. En su trabajo sus jefes le tenían gran cariño, pues siempre alejado de las polémicas jamas se inscribió en el sindicato. Nunca tuvo una opción política, en realidad no le interesaba el tema, nunca voto tampoco, total decía salga quien salga tengo que trabajar igual. Económicamente le iba bien , mejor que al promedio sin ser adinerado. Cuando sus hijos estuvieron en edad de entrar a la escuela escogió un establecimiento particular subvencionado, no le importaba pagar con tal de que sus niños no se vieran expuestos a tener que juntarse con otros que vinieran de alguna población peligrosa y con malas costumbres.

Su esposa mujer muy devota de la casa y la familia mantenía su misma postura frente a la vida. Ella un día lo convenció para que tomara un plan de salud en una isapre,ellos no podían ser menos, todos sus amigos cotizaban en la salud privada. Ademas la ejecutiva de ventas les dijo que jamas tendrían que atenderse en un hospital publico y los bonos le saldrían mas baratos que con Fonasa.
Paso el tiempo y sus hijos crecieron llego el 2011 año en que la juventud decidida se alzo exigiendo mejorar la educación, pedían eliminar el lucro, mejorar la calidad y sobre todo convertirla en un derecho social. Eran jóvenes algunos casi niños que se levantaron pidiendo cambios estructurales en nuestra sociedad.
Los hijos del hombre positivo creyeron que las demandas tenían mucho sentido. Participaron en marchas, en tomas, en foros y debates. El hombre al enterarse se puso furioso, ¿como podía ser posible que sus hijos se metieran en esas cosas? Así su casa se trasformo en un campo de batalla. Sus hijos no eran como él,ellos habían decidido tomar parte en una lucha que consideraron importante.
Él y su esposa no sabían que hacer, no entendían como fue posible que sus hijos hablaran de política, de lucro y derechos si ellos jamas fomentaron ese tipo de cosas, ni hablaron o se interesaron por en esos temas.
Estos padres esforzados se veían enfrentados a lo que siempre evadieron.
Nuestro estimado protagonista , un erudito en el arte de no pensar, estaba realmente confundido, sin querer saber mas de los argumentos de sus hijos, se cerro a la posibilidad de escuchar y se autodenomino apolítico.
Ya no solo era positivo ahora ademas su sello era el apolitisismo declarado.
Sus hijos no podían entender su postura individualista, egoísta e ignorante, le decían que algun día y no como mal deseo , sino porque estaban ciertos que así seria, se daría cuenta de la injusticia del país en el que vivían. Él como si lloviera, no le interesaba nada mas que trabajar, ir al mall, el fútbol y el asado dominical.
Cuando cumplió veinte años de trabajo en la empresa que vio crecer y de la cual se sentía parte de esta "gran familia" , como siempre decía el dueño, fue llamado desde recursos humanos para ser notificado de su despido. La razón, necesidades de la empresa. Le pagaron su finiquito, él como siempre tan desinformado, no sabia que ya no pagaban todos los años trabajados.
Llego a casa abrumado, le contó lo sucedido a su esposa y ambos se preguntaron ¿como? Si él había dado todo en esa empresa, jamas participo en una huelga, nunca se inscribió en el sindicato ¿Que había pasado con la gran familia de la que el dueño siempre habló?.
Para ese entonces ya tenia mas de cincuenta años. Pobre hombre, no encontró trabajo con facilidad. Al final debió conformarse con un trabajo menor. Su plan de isapre casi costaba lo mismo que ahora recibía de sueldo. No tenia idea como pagaría el dividendo,nunca en diez años dejo de pagar una sola cuota. Ahora llevaba tres meses de deuda, ya estaba amenazado por el mismo banco que en sus buenos tiempos le ofreció cuenta corriente y mas créditos, de que su casa saldría a remate si no se ponía al día.
Pensó en la plata de la de su futura pensión,creyó que le hubiera alcanzado para pagar la casa, pero no, esa al final no es su plata, es mas dueña de ella la AFP.
No importa pensó, mejor así, total cuando jubile tendré un buen sueldo, ese pensamiento duro solo hasta que fue a averiguar y una señorita muy amable le dio el valor estimativo que tendría su "sueldo" ¿Quien vive con $180.000 pesos?
Se sentía desengañado. El muro que levanto por muchos años para no ver la realidad, ahora se desmoronaba sobre el.
En muy poco tiempo paso de ser aquel orgulloso,tranquilo, apolítico feliz y positivo hombre auto-definido de clase media a ser un pobre hombre bien jodido por el sistema.

                                                               Fin

Aidana - Cuentos del sistema.

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